Conducir estando enfermo
Cuando te pones al volante, necesitas estar en perfectas condiciones físicas para conducir y no representar un peligro para los demás conductores y tu propia seguridad en la carretera. Conducir con limitaciones físicas no solo es nocivo, sino que también está sancionado por las normas de tránsito vigentes.
No puedes escapar del hecho de que no puedes conducir o caminar con un brazo o una pierna rota o un brazo enyesado. Estos son claros ejemplos de lo que no se debe hacer y lo que será aprobado por la autoridad competente. Pero son muchas las veces que con pequeñas lesiones, molestias, enfermedades o dolencias varias nos ponemos a conducir sin saber que podemos estar cometiendo una infracción.
De hecho, conducir estando enfermo o de baja laboral puede conllevar una fuerte multa si te cazan los agentes de la autoridad.
El Reglamento General de Circulación explica en los artículos 17 y 18 que “los conductores deberán estar en todo momento en condiciones de controlar sus vehículos y mantener su propia libertad de movimientos para garantizar su propia seguridad, la del resto de ocupantes del vehículo y la de los demás usuarios de la vía”.
Por ello en un sentido riguroso y aplicando el sentido común si estás de baja no puedes conducir si tu estado físico y anímico te impide hacerlo. En cualquier caso la última palabra sobre la cuestión la tiene el médico que te haga la revisión que atenderá a criterios profesionales para recomendarte o no hacerlo.
La normativa no sanciona en sentido literal conducir enfermo o de baja, pero sí cuando concurran las circunstancias descritas en los dos apartados citados anteriormente.
La vulneración de esta legislación puedes ser, en función de la infracción, considerada leve (con multas de 80 a 100 euros), grave (multas de hasta 200 euros) y muy grave con multas que puede ascender hasta los 6.000 euros.
También debes tener en cuenta que si tienes un accidente estando de baja es posible que tengas problemas con tu seguro. Revisa la póliza y las condiciones contratadas ya que a lo mejor no eres consciente de que la compañía puede haber establecido una cláusula en la que se especifica que en esos casos no cubre los daños generados en estos supuestos.
Sobre este tema Tráfico advierte de que algunas enfermedades aumentan el riesgo de accidentes. Entre las condiciones más comunes que causan lesiones se encuentran la ansiedad, el dolor de espalda o el dolor cervical, condiciones que inicialmente son consistentes con sentarse al volante de un automóvil, pero no siempre.